miércoles, 4 de mayo de 2016

Las celebraciones, asignatura pendiente

En el ciclismo, a pesar de toda la gente que gana, generalmente no se suele hablar de las celebraciones. Siempre quedan en segundo plano y los ciclistas pecan muchas veces de ser inexpresivos y de no darle la importancia que se merece a la celebración. En deportes como el fútbol, se quitan la camiseta, corren como si no hubiera mañana para poder celebrar su gol (aunque no sirva para ganar)... pero, muchos ciclistas, con todo el sufrimiento que conlleva una etapa y aunque hayan estado escapados muchos kilómetros o ganen a todo un pelotón, se limitan a levantar los brazos en la línea de meta. ¿Por qué no lo celebran como si de tal logro se tratara? 

Los ciclistas son humildes y lejos de la arrogancia de otros deportes, muchos no quieren llamar especialmente la atención. Cuando se caen, no se quejan y cuando ganan, no celebran como es debido. En mi opinión, sin embargo, las celebraciones deben ser parte del ciclismo y deben corresponder a la dureza del deporte en cuestión.

Las celebraciones pueden ser identificativas sobre los corredores; esto es, si os digo la celebración del pistolero, ¿sabríais decirme de que corredor se trata? Lo más seguro que sí. Hoy en día algunos ciclistas se han ganado a pulso el sentirse identificados con un tipo de celebración. 



Afortunadamente sí que hay ciclistas que lejos de pasar desapercibidos, hacen el ciclismo un poco más divertido gracias a sus celebraciones. Seguro que leyendo este artículo, os ha venido a la cabeza Peter Sagan y sus celebraciones. Ya lo dijo Sagan hace unos años, que él quería hacer celebraciones diferentes para animar el ciclismo. Sagan no tiene un estilo de celebración predefinido y cuando gana, no sabes qué esperar de él y eso es, sin duda alguna, un gran logro por su parte. Exhibiendo fuerza, haciendo de Forrest Gump o del pájaro, son muchas sus celebraciones. Sin embargo, si se le atribuyera una, el caballito sería la suya.


Sagan no es el único. Este año Diego Rosa protagonizó una escapada en solitario en la etapa reina de la Itzulia y lo celebró como se merecía, se bajo de la bici, la levantó y cruzó la línea de meta andando. Por último, una especial mención al Noruego Sondre Holst Enger. La semana pasada consiguió una victoria de etapa en el Tour de Croacia y lo celebró como nadie lo esperaba, marcándose unos pasos en el podium, y ¡con mucho estilo!

Concluyendo, las celebraciones dan mucho juego al ciclismo y lo hacen un poco más divertido. Si más ciclistas hicieran estas cosas, además de sorprender y hacer disfrutar más al público, ellos mismos gozarían más de sus victorias. 


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