¿Ciclistas o motoristas?

No son pocos los accidentes - cada vez más habituales - que provocan las motos de carrera, por si los accidentes entre ciclistas fueran pocos. A veces, viendo una carrera de ciclismo, no sabemos si se trata de una carrera de ciclistas o de motos. El cometido de las motos principalmente, además de retransmitir la carrera por televisión, es velar por la seguridad de los ciclistas. Pero, últimamente se está poniendo en duda el trabajo de las motos. ¿Por qué?

Como ya he dicho, no son pocos los accidentes en los que han sido involucrados motos y ciclistas. Entre tantos accidentes, últimamente, destacamos la vuelta a España del año pasado con sendos accidentes entre motos y Peter Sagan o Sergio Paulinho. En la Clásica San Sebastián, una moto le privó a Van Avermaet (iba en primera posición) de una victoria en el Boulevard Donostiarra tirándolo a la carretera en plena subida a Igeldo.

El colmo de estos accidentes, fue lo ocurrido ayer. Antoine Demoitié murió después de sufrir un atropello por parte de una moto en la Gent-Wevelgem. Si la misión de las motos es la seguridad de los ciclistas, ¿qué está pasando para que, más que seguridad, sean el peligro para los ciclistas?

Cada vez hay más coches y motos en carrera entre equipos, jueces, organización, policías, patrocinadores, televisiones, fotógrafos... lo que entorpece claramente a los ciclistas. Una carrera sin motos no es posible por lo que siempre habría algo de peligro pero, ¿Qué responsabilidad tiene la organización de cada carrera?

Es necesario un límite en el número de vehículos que circulan en carrera y los pilotos que circulen deberían pasar un examen que demuestren saber circular junto a un pelotón a gran velocidad, sabiendo cuando adelantar y cuando no, si acercarse al ciclista o no según el momento... Pedimos a los conductores que respeten el metro y medio al adelantar a un ciclista en la carretera pero internamente en las carreras no se respeta muchas veces.

Lo que está claro es que no todos entran, porque de seguir así, desgraciadamente, al final van a ser los motoristas los protagonistas de la carrera. ¿Por qué, como en otros muchos asuntos, es necesaria una desgracia como la de ayer para que se lleguen a tomar medidas?

¿Por qué el ciclismo?

Cuando eliges el ciclismo y piensas por qué has elegido ese deporte dices, ¿por qué ciclismo y no fútbol? El fútbol es el deporte rey dicen muchos, ganas mucho dinero, entrenas 1-2 horas y juegas 90 minutos los fines de semana... Entonces, ¿por qué eliges el ciclismo?

Todo el mundo ha andado en bici alguna vez pero no todo el mundo es ciclista. El ciclismo es ese deporte duro en el que corres con frío, con calor, con lluvia, con nieve... durante cinco o seis horas seguidas encima de la bicicleta. Ese deporte en el que llegas a 220 pulsaciones y aunque tu corazón te pida parar,no puedes, tu cabeza piensa en dar más,ganar a tu cuerpo. 

Ese deporte en el que preparas una carrera durante meses, muchas veces en soledad, con mucho esfuerzo y superación en cada entreno y para que antes de tu objetivo te caigas o tengas una avería mecánica. Todo tu trabajo al garete. 

Y es que el ciclismo es ese deporte en el que caerse es algo inevitable -romperse la clavícula, un gaje del oficio- pero a pesar de ello te levantas y sigues pedaleando. No importa si te caes que tienes que terminar la etapa y salir a por otra al día siguiente. 

Ese deporte en el que necesitas una cabeza que no solo aguante el casco, una cabeza fuerte que aguante bajones, una cabeza que aguante la presión de depender de ti mismo y de que aunque tengas un equipo muy bueno, tienes que dar la talla, rendir y sacar a relucir todo tu esfuerzo y trabajo. 

Ese deporte en el que subes un puerto con rampas del 25% por donde ni siquiera un coche puede subir. Subes el puerto y te sientes bien, el rey de la carretera, ese puerto en el que te emocionas al subirlo después de sufrir tanto. El ciclismo es ese deporte en el que la afición te anima vayas primero, vigésimo o último. La afición te anima a todos por igual porque todos se merecen los aplausos, gritos, ánimos... desde el primero hasta el último tienen esa característica que les hace continuar y no renunciar aunque no puedas más. Porque hay que ser de otra pasta para elegir el ciclismo. 

Entonces, ¿por qué el ciclismo? 

Dimension Data, ¿crecer a costa de qué?

Dimension Data Team (antiguo MTN Qhubeka) está cambiando y este año estrena licencia World Tour. Pero, ¿cómo ha cambiado el equipo con respecto a sus orígenes? ¿Cuál es su política para crecer?

El equipo sudafricano empezó su trayectoria en el año 2007 como equipo amateur participando en carreras continentales de África. Ya al año siguiente, ascendió a la categoría profesional Continental (última del profesionalismo antes del World Tour), categoría en la que ha permanecido hasta el año pasado. Es el primer equipo africano que tiene licencia World Tour este año. Veamos sus orígenes.

En sus primeros años, (2008-2012) el equipo se integraba sobretodo de sudafricanos, exceptuando el año 2009, que hubo un pequeño bajón. Es a partir de 2011-2012, con una política de fichajes cuestionable, podría decirse, cuando baja considerablemente la cantidad de nacionales en las filas del equipo sudafricano. Más significativo si cabe, es que viendo todos los integrantes en los 5 primeros años, solo uno era no-africano (Sven Teutenberg, alemán) y del año 2012 en adelante la ausencia de continentales africanos es clara.

Con estos datos vemos que, cuando más ha crecido ha sido cuando ha echado mano de ciclistas internacionales (y bastante trabajados de otros equipos), que ayuden a conseguir victorias en el panorama internacional. Veamos sus fichajes en estos últimos años:

• Temporada 2013: 

En 2013 sobretodo, es el año el cual empieza a construirse el equipo con piezas de otros conjuntos. Su fichaje estrella es Gerald Ciolek (fichado con 26 años), un sprinter trabajado para conseguir triunfos en llegadas masivas (ganó la Milan San Remo). Su última victoria fue en 2014 (etapa en la vuelta a Andalucía). Ese año también fichó, entre otros, a Sergio Pardilla (con 29 años). 

• Temporada 2014: 

2014 fue un año tranquilo con respecto a fichajes. Linus Gerdemann (con 31 años) del RadioShack-Nissan ya claramente venido a menos. También se hizo con Daniel Teklehaimanot (25 años). Este año, el equipo participó por primera vez en una grande, en este caso, la Vuelta a España.

• Temporada 2015: 

Año del debut en el Tour de Francia y año de fichajes con nombre. Boasson Hagen (con 26 años), fichaje para relanzar el equipo en busca del World Tour. Asimismo, este año coincidieron grandes sprinters en sus horas bajas. Theo Boss (con 31 años), Tyler Farrar (con 30 años) y Mathew Goss (con 28 años) son algunos de ellos. Fichajes con nombre y alto salario, pero que no han conseguido ni una victoria hasta el día de hoy (y difícil que lo hagan con el nivel actual de sprinters). 

• Temporada 2016:

Año de estreno de categoría con la licencia World Tour y parecida política de fichajes respecto a años anteriores, con más sprinters. Este año el fichaje estrella ha sido Mark Cavendish (30 años), acompañado de sus fiel escudero Mark Renshaw (33 años). Otra apuesta - más si cabe - de las llegadas en pelotón. Eisel (35 años), Siutsou (33 años), Meyer (28 años) y Haas (27 años) se han incorporado a las filas del Dimension Data al igual que los escaladores Igor Anton (33 años) y Omar Fraile (26 años). 

Concluyendo, el Dimension Data ha optado por sprinters (muchos de ellos en caída) para crecer como equipo. La edad media en los fichajes de este año es de 30,6 años, lo que dice mucho de lo que se está fichando por parte del equipo. ¿Le ocurrirá a Cavendish (con la irrupción de Gaviria o Ewan) lo mismo que les ha ocurrido a Farrar o Goss? ¿Hasta dónde le llevará al club sudafricano con fichajes venidos a menos? Y por último, ¿perderá el club la esencia sudafricana con la que se hizo conocer al mundo?

Milano-San Remo

Arnaud Demare se ha impuesto en un sprint loco con caída de Gaviria incluida.

La carrera ha empezado con buen tiempo y eso ha ayudado un poco más a los ciclistas en esta jornada tan dura. Unos minutos después de la salida ha habido un desprendimiento en un tramo intermedio de la carrera y se ha tenido que modificar el recorrido (9 km. por la autopista para evitar el tramo imperfecto) teniendo que recorrer 295 km. en total. La escapada del día ha estado formada por 11 corredores (Kluge, Tjallingii, Bono, Bagdonas, Coledan, Peron, Barta, Maestri, Tvetcov, conti y Kurek) que no les han dejado mucho más de los 8 minutos de ventaja.

Visconti ha sido el primero en agitar el árbol en la subida a Cipressa y ha cogido unos segundos junto con Ian Stannard, contactando más tarde con ellos Oss, Sabatini y Montaguti. Antes del Poggio el pelotón se ha reagrupado. En el Poggio no ha habido grandes movimientos menos en el final que se ha animado la cosa con ataques de Gallopin, Kwiatkowski o Nibali.

Entrando en el último kilómetro se ha ido Boasson Hagen unos metros y ha puesto patas arriba el sprint dejando a los sprinters sin compañeros para lanzarlos. En la recta de meta Gaviria ha hecho el afilador y se ha ido al suelo dejándole sin opciones a la victoria a él y a Sagan, que se ha visto perjudicado. El sprint se lo han disputado Demare, Bouhanni, Ben Swift y Roelandts con victoria del francés del conjunto FDJ.

Aunque Betancur ha ido gran parte de la carrera en última posición del pelotón y tenía todos los boletos para ser el farolillo rojo, nuestro premio lo ha ganado Axel Domont del AG2R.

Previa Milano-San Remo

Solo quedan dos días para que llegue La Classicissima con uno de sus mayores alicientes como son sus casi 300 kilómetros.

Este año la Milano-San Remo contará con 291 km. en los cuales tendrán que subir, entre otros, el Passo del Turchino, el Capo Berta, la Cipressa o la subida final al Poggio (donde se puede decidir la carrera si esta se hace dura). Sin embargo, no son estos los únicos obstáculos que tienen que superar los corredores. No solo son los kilómetros o las subidas, sino que hay que tener en cuenta el tiempo. Años atrás, el tiempo tuvo grandes consecuencias en la carrera, llevándola incluso a parar por nieve hace 3 años. 

Puede haber grandes distancias o muchos puertos, pero los que realmente ponen el espectáculo son los ciclistas. Esta es una edición de la que no nos podemos quejar, ya que está lo mejorcito del pelotón mundial con respeto de Degenkolb (ganador del año pasado), quien no estará por culpa de un atropello que sufrió junto con sus compañeros del Giant hace unos meses. Por lo demás, es difícil saber quien puede ser el máximo aspirante a ganar el primer monumento del año, pero nombres los hay, y muchos. 

Empezamos por dos ciclistas de diferentes cualidades, pero que están en un momento de forma envidiable. Estos son Van Garderen y Michael Matthews. El primero necesitará una carrera dura para llegar en un grupo mas reducido, mientras que el de Orica intentará descolgar a sus mayores rivales en una llegada masiva, los sprinters puros. El eterno favorito, Peter Sagan, tendrá muchas posibilidades, aunque estará vigilado. Kristoff es, junto a Cavendish o Gaviria, al que más le conviene una llegada masiva pudiendo jugarse la victoria en los últimos 200 metros. Cancellara intentará seguir con su gran estado de forma y Nibali será, probablemente, el que más difícil se lo ponga a sus rivales en la subida al Poggio. Otros a tener en cuenta serán Bouhanni, Stybar, Boasson Hagen, Viviani o el ex-Euskaltel Juanjo Lobato. 

Veremos lo que nos depara esta carrera y, viendo el nivel que hay, el día del sábado promete. 

Perfil de la Milano-San Remo.

La hora de Kris Boeckmans

Kris Boeckmans reaparece oficialmente este viernes en la Handzame Classic según Lotto-Soudal.

Son ya 6 meses y medio los que lleva Kris Boeckmans sin coger la bici en competición oficial y es una alegría para el ciclismo la reaparición del ciclista del conjunto Lotto-Soudal. Este parón tuvo su origen en Murcia, durante la etapa 8 de la Vuelta a España 2015, cuando hubo una caída multitudinaria y Kris fue el más perjudicado sin ninguna duda. Debido a esa caída sufrió varias fracturas faciales y lesiones pulmonares. Entró en coma inducido y, era tal la delicada situación que, por momentos, se temió por su muerte.

Todo esto quedó atrás gracias a los médicos y su fuerza que le hizo salir de esto un par de semanas más tarde. Tan grande es su fuerza de voluntad que, lejos de pensar en su seguridad inmediata y hacer una vida tranquila con su familia, solo pensó en seguir haciendo lo que más le gusta y renovó con Lotto-Soudal por 2 años más.

El periodo de recuperación no ha sido nada fácil, pero el corredor de 29 años se podrá sentir ciclista otra vez este viernes. Habrá que seguirlo en su debut este año y en el futuro porque, con la fuerza de voluntad que ha demostrado, no os sorprendáis si vuelve a hacer una de las suyas y se cuela entre los primeros.

Great news! @krisboeckmans gets back in competition Friday at the #Handzame Classic! https://t.co/QhA3mrPXMH pic.twitter.com/YM74k5zp7e

— Lotto Soudal (@Lotto_Soudal) 15 de marzo de 2016

¿Por qué se le denomina "Farolillo Rojo" al último clasificado?

Este término, es empleado para nombrar el "honor" de ser el último en una prueba deportiva, en este caso el ciclismo. Pero, ¿de dónde viene este nombre?

El nombre farolillo rojo tiene su origen en los ferrocarriles. Antiguamente, el último vagón de un tren llevaba un farolillo rojo detrás para indicar que este terminaba, y con ello se controlaba que no había perdido ningún vagón por el camino. 

La primera vez que se usó, deportivamente hablando, fue en el Tour de Francia para honrar al último de cada carrera (Lantern Rouge). A partir de ahí, se expandió a otros deportes. Antaño, el Tour de Francia era una carrera de supervivencia, y aunque se crea que el premio al farolillo rojo era un "castigo" por quedar el último, en realidad suponía todo lo contrario. Era un premio por terminar una carrera tan dura como es la del Tour. 

Win Vansevenant con su premio

Ganar el farolillo rojo no significa ser el peor, ni tampoco el menos hábil; sino que según el transcurso de la carrera y viendo lo que necesita la misma, el último podría ser el hombre de equipo que ayuda por encima de cualquier individualidad, el que más se esfuerza con fines altruistas. 

El premio al farolillo rojo ha existido muchos años, y como de un premio se trata, los ciclistas que iban de los últimos en la clasificación luchaban por el premio incluso llegándose a parar para que les pasaran todos y quedar así, últimos.

Como nota, una curiosidad: Wim Vansevenant es el ganador entre todos los farolillos rojos. Fue 3 veces consecutivas el último en la ronda gala. Por ello, se merece nuestro pequeño premio con una mención.