martes, 28 de febrero de 2017

La larga decadencia de Andy Schleck

Hace más de dos años que el talentoso escalador luxemburgués colgó la bicicleta para siempre. Cada vez menos gente recuerda al hombre que se postuló como el líder de la oposición en el reinado de Alberto Contador, que buscó derrotarle cuando parecía intocable y que como legado dejó una épica cabalgada camino del mítico Galibier.

Su retirada en el invierno de 2014 era algo esperado. Años de calvario habían acompañado al luxemburgués, años de tormento en el que las caídas y los problemas habían sido el pan de cada día para un escalador que rebosaba calidad por los cuatro costados.

Un primer golpe llegó tras el Tour de Francia 2010. Abatido después de rozar la victoria en la “Grande boucle” el mejor joven del Tour tuvo una ligera depresión de la que consiguió salir a base de practicar la pesca.
Se sobrepuso y retomó su carrera sin ningún problema, a pesar de volver a tropezar al año siguiente con el Tour, 2º de nuevo, esta vez detrás del australiano Cadel Evans. Nadie podía imaginarse que con tan solo 26 años Andy nunca volvería a ser protagonista en la ronda francesa. Su luz se había apagado aunque nadie pudiera imaginárselo, el escalador que se exhibió en el Galibier no volvería a aparecer nunca más.

Sus problemas comenzaron en el invierno de 2011. La estructura Leopard Trek –donde militaba nuestro protagonista- y la estructura Radioshack, dirigida por el belga Johan Bruyneel, se fusionaban formando el equipo Radioshack Nissan Trek, un equipo plagado de figuras pero en el que los hermanos Schleck no parecían encontrarse del todo cómodos. La dirección del aclamado director Johan Bruyneel no parecía gustar a los hermanos Schleck que nunca llegaron a mantener una buena relación con el belga.
Así pues en medio de un ambiente enrarecido daba comienzo la temporada 2012. Una primavera desastrosa en la que ni siquiera había asomado la cabeza en las Ardenas, con un triste 50º en la Lieja, su prueba fetiche, vaticinaban una más que posible mala actuación en su objetivo del año, el Tour, donde además no le acompañaba el recorrido, con más de cien kilómetros de contrarreloj.

El punto de inflexión para el luxemburgués llegó un siete de junio. Andy se encontraba disputando la Dauphine-Libere, un ensayo general de cara al Tour. Ese día el pequeño de los Schleck sufría una dura caída en la contrarreloj. Días más tarde abandonaba la carrera con fractura del hueso sacro, fractura que le impedía correr el Tour de Francia y que daba casi por cerrada su temporada. Comenzaba el calvario para el escalador luxemburgués.   

Su 2013 fue un tormento continuo. Incapaz de acabar una carrera hasta abril, cuando-por fin- cruzó la línea de meta en la Lieja-Bastogne-Lieja, prueba en la que acabó el 41º, lejos del vencedor. Volvió al Tour, prueba que como hemos contado no pudo correr en 2012, pero su nivel estuvo a años luz del hombre que fue segundo en tres ocasiones y que se llevó tres etapas. Buscó ser protagonista, ser el mismo escalador que años antes dinamitaba la carrera cuando ésta se empinaba, pero fue en vano. Lo más destacado fue su movimiento en el primer paso del Alpe d’Huez en la etapa reina, cuando, en un acto de orgullo, se movió lejos de meta, tal vez queriendo sentirse como el escalador que dos años antes regaló una exhibición camino del legendario Galibier. No pudo ser. En París fue vigésimo, a cuarenta y dos minutos de Chris Froome. Cerró la temporada como la empezó, sin poder acabar en Lombardía, Montreal y Quebec. Nadie contaba ya con el pequeño de los Schleck, relegado a una segunda o incluso tercera línea en el pelotón mundial, después de dos temporadas en blanco. Andy a pesar de todo no perdía la ilusión y miraba con entusiasmo al nuevo año que se acercaba, donde el objetivo volvía a ser el Tour.

Lejos de los focos, el luxemburgués mantuvo la dinámica de los últimos años y pasó totalmente desapercibido en la primavera de 2014. El calvario se prolongaba para un Andy incapaz de darle la vuelta a la situación, incapaz de volver a ser el hombre que era antes de sufrir la caída que condicionó su carrera en la Dauphine. Ni el retorno a la competición de su hermano Frank, sancionado por positivo en el Tour de Francia 2012, consiguió que alcanzara un buen nivel.

En el Tour de Francia el destino tenía guardado un último golpe que acabaría definitivamente con el pequeño de los Schleck. Una montonera en la tercera etapa de la ronda francesa atrapaba al luxemburgués, que no pudo hacer nada para evitarla. Rodó por los suelos. Rodilla destrozada. Al día siguiente abandonaba la carrera y cerraba para siempre su capítulo como ciclista. Nunca más se puso un dorsal, la cuarta etapa del Tour de Francia 2014 fue su último día que compitió como ciclista profesional.

Un nueve de octubre Andy Schleck convocaba una rueda de prensa en la que comunicaba su retirada del ciclismo profesional. Acababa así con tres años de sufrimiento, tres años en los que no fue ni la sombra de lo que era, en los que sufrió por acabar carreras. Pero el luxemburgués dejaba un legado propio que difícilmente será olvidado por los aficionados de este deporte.



domingo, 26 de febrero de 2017


La mala suerte de Igor Anton


Muchos ciclistas han sido perseguidos por la mala suerte a lo largo de su carrera deportiva. Existen muchos ejemplos, tales como Zulle, el suizo miope que sufría caídas constantemente o el francés Jean Robic, ciclista vencedor tras la segunda guerra mundial del Tour de Francia, que sufrió todo tipo de lesiones.

En este siglo XXI tenemos unos cuantos ejemplos. Robert Gesink, el holandés que milita actualmente en el equipo Lotto NL Jumbo, ha sufrido todo tipo de percances en su ya dilatada carrera deportiva. En los años 2009, 2011 y 2012 sufrió caídas en el Tour que lo lastraron físicamente, en 2014 se le detectó unas arritmias cardíacas y en ese mismo año cuando marchaba 7º en la Vuelta a España no le quedó más remedio que abandonar la carrera debido a complicaciones en el embarazo de su mujer. Sin duda al holandés le ha perseguido la mala suerte en su vida como ciclista.

Otro buen ejemplo en nuestro siglo podría ser Mauricio Soler, que tras un brillante Tour 2007, sufrió todo tipo de caídas hasta que finalmente una, sufrida también en el Tour de Suiza, le obligó a colgar la bicicleta

Pero nuestro protagonista, que como nuestro anteriores ejemplos conoce bien a la mala suerte, es otro. Un vizcaíno nacido en 1983 en la localidad de Galdakao, cerca de Bilbo. Un ciclista que explotó en la Vuelta a España de 2006, cuando se impuso en la cima de Calar alto, aprovechándose -brillantemente- del marcaje entre los favoritos de aquella Vuelta: Vinokurov, Valverde y Sastre

Situémonos ahora dos años más tarde, en pleno 2008. Una buena primera parte de la temporada, donde destaca su etapa, liderato y 3º puesto en el Tour de Suiza, presagiaba una buena Vuelta a España, su objetivo del año al que acudía como líder del conjunto Euskaltel y donde por primera vez se le cruzaría nuestra otra protagonista, la mala suerte. 

Y eso que empezó con muy buen pie la ronda española. Euskaltel, un equipo acostumbrado a ocupar las últimas plazas en las CREs, fue 2º en la CRE inaugural. Salvó la contrarreloj, su talón de Aquiles, cediendo menos de 2 minutos con Contador y apenas 1’ con el vencedor del Tour de aquel año, Carlos Sastre. Sin duda las cosas marchaban de maravilla y el primer contacto con la montaña corroboró que Igor había llegado realmente fuerte. 6º en Andorra y 4º en Pla de Beret, aguantando los cambios de ritmo de todo un Contador, se colocó 7º en la clasificación general, pensando ya en la jornada que decidiría la Vuelta, la 14º con final en el durísimo Angliru. Tristemente el escalador vasco no pudo asaltar el podio en la cima asturiana. Una fatal caída en el peligroso descenso del Cordal acabó con sus sueños y le obligó a retirarse sin poder iniciar la ascensión en la que aspiraba a adueñarse de una plaza en el podio de Madrid. Con fractura de clavícula y trocánter no le quedó más remedio que aplazar ese sueño hasta el 2010, pues las secuelas de la caída le lastraron durante todo el año 2009, donde fue incapaz de recuperar un nivel alto, arrastrándose tanto en el Tour como en la Vuelta.

Pero la ópera prima de Igor todavía estaba por llegar. En una larga jornada con final en el tendido Andorra Igor se mostró excelso, batiendo a todos sus rivales. No saltó al cambio de ritmo de Mosquera, que se llevó consigo a Nibali y Purito, decidió coger su ritmo y fue pasando uno a uno a todos sus rivales para lograr una nueva victoria y colocarse nuevamente de líder, esta vez con un buen margen de cara al tríptico montañoso que se avecinaba. Eufórico, el vasco fijaba la mirada en el próximo final en alto, el corto pero duro Peña Cabarga. Pero esa mala suerte que parecía que le había dejado respirar apareció nuevamente, esta vez en el llano previo a la ascensión, donde un tronco derribo al líder la carrera y lo arrastró por el suelo rompiendo en mil pedazos su sueño de coronarse en Madrid y su codo. Con el cuerpo hecho añicos no le quedó más remedio que decir nuevamente adiós, un adiós que le dejaba totalmente minada una moral frágil. 


Volvió en 2011 pero ya nunca sería el mismo. Ver pasar dos grandes oportunidades dejó abatido a Igor, que desde esa maldita caída solo pudo enfrentarse a sus fantasmas en 2012, con un insuficiente 9º puesto a pesar de intentarlo en su terreno, la montaña. 

Como epílogo tenemos a un Igor enfermo en la edición de 2016, una edición que había iniciado fuerte con un 7º puesto en el muro de Ézaro, cerca de los mejores. Dos días después de este pequeño resurgir enfermó y no le quedó más remedio que abandonar días más tarde, débil y sin fuerzas.

Damos por acabado aquí este artículo, pues Igor vuelve a la carga en este 2017 y confiamos en que esa mala suerte que no ha parado de perseguirle le respete en su 12ª temporada como profesional. 




lunes, 9 de mayo de 2016

5 años sin Wouter Weylandt

A día de hoy hace 5 años falleció Wouter Weylandt en plena bajada durante la tercera etapa del Giro de Italia. El ciclista belga chocó contra un muro en el Passo del Brocco y el golpe le produjo una fractura en el cráneo y se quedó en parada cardio-respiratoria. Nada pudieron hacer los médicos, que le trasladaron al hospital en helicóptero, para salvarle la vida. Wouter Weylandt dijo adiós con tan solo 26 años y esperando a tener un hijo. Desde ese día se retiró el dorsal 108 en las ediciones del Giro. 


No es el único 

Además de Wouter, otros tres ciclistas fallecieron en las carreteras italianas. Orfeo Ponsin en 1952, Juan Manuel Santisteban en 1976 y Emilio Ravasio 10 años después, todos ellos en sendos descensos. El año pasado, cerca estuvo Dominico Pozzovivo de unirse a esta lista pero por suerte le pudo dar la vuelta a la situación. 

Y, ahora, la pregunta es, ¿se puede mejorar la seguridad de los ciclistas en estos casos (debates de motos aparte, ya se hablo en este post)? Aunque se puedan mejorar cosas, no se puede tener el 100% de garantías de que no vuelva a ocurrir algo así. No se puede dejar de tener descensos obviamente y al ser el ciclismo un deporte tan duro y peligroso y como todos quieren ir más rápido que el otro, estas desgracias son inevitables...

A la pregunta de si se puede mejorar la seguridad de los ciclistas, siempre quedará la duda de si se puede o no. Estos temas son tan duros como necesarios de tratar. 

miércoles, 4 de mayo de 2016

Las celebraciones, asignatura pendiente

En el ciclismo, a pesar de toda la gente que gana, generalmente no se suele hablar de las celebraciones. Siempre quedan en segundo plano y los ciclistas pecan muchas veces de ser inexpresivos y de no darle la importancia que se merece a la celebración. En deportes como el fútbol, se quitan la camiseta, corren como si no hubiera mañana para poder celebrar su gol (aunque no sirva para ganar)... pero, muchos ciclistas, con todo el sufrimiento que conlleva una etapa y aunque hayan estado escapados muchos kilómetros o ganen a todo un pelotón, se limitan a levantar los brazos en la línea de meta. ¿Por qué no lo celebran como si de tal logro se tratara? 

Los ciclistas son humildes y lejos de la arrogancia de otros deportes, muchos no quieren llamar especialmente la atención. Cuando se caen, no se quejan y cuando ganan, no celebran como es debido. En mi opinión, sin embargo, las celebraciones deben ser parte del ciclismo y deben corresponder a la dureza del deporte en cuestión.

Las celebraciones pueden ser identificativas sobre los corredores; esto es, si os digo la celebración del pistolero, ¿sabríais decirme de que corredor se trata? Lo más seguro que sí. Hoy en día algunos ciclistas se han ganado a pulso el sentirse identificados con un tipo de celebración. 



Afortunadamente sí que hay ciclistas que lejos de pasar desapercibidos, hacen el ciclismo un poco más divertido gracias a sus celebraciones. Seguro que leyendo este artículo, os ha venido a la cabeza Peter Sagan y sus celebraciones. Ya lo dijo Sagan hace unos años, que él quería hacer celebraciones diferentes para animar el ciclismo. Sagan no tiene un estilo de celebración predefinido y cuando gana, no sabes qué esperar de él y eso es, sin duda alguna, un gran logro por su parte. Exhibiendo fuerza, haciendo de Forrest Gump o del pájaro, son muchas sus celebraciones. Sin embargo, si se le atribuyera una, el caballito sería la suya.


Sagan no es el único. Este año Diego Rosa protagonizó una escapada en solitario en la etapa reina de la Itzulia y lo celebró como se merecía, se bajo de la bici, la levantó y cruzó la línea de meta andando. Por último, una especial mención al Noruego Sondre Holst Enger. La semana pasada consiguió una victoria de etapa en el Tour de Croacia y lo celebró como nadie lo esperaba, marcándose unos pasos en el podium, y ¡con mucho estilo!

Concluyendo, las celebraciones dan mucho juego al ciclismo y lo hacen un poco más divertido. Si más ciclistas hicieran estas cosas, además de sorprender y hacer disfrutar más al público, ellos mismos gozarían más de sus victorias. 


domingo, 1 de mayo de 2016

El farolillo de Romandía

Hoy ha terminado la última vuelta antes de que empiece el Giro de Italia el próximo viernes. En esta edición del Tour de Romandía se han medido sobretodo los ciclistas que lucharán en el Tour de Francia y ha servido como una toma de contacto previa entre los Froome, Quintana, Pinot o Van Garderen, sin estar aún en sus mejores formas. Sin embargo, no solo ha habido aspirantes al Tour sino también algunos del Giro como Zakarin, Uran, Majka o Dumoulin. Nairo Quintana ha salido hoy como ganador y ha subido al podio con el Maillot amarillo.  

Ha sido una vuelta fría, con lluvia y nieve a pesar de la época del año en la que estamos y ha hecho la vuelta un poco más dura. Tomaron parte 160 ciclistas y han terminado después de 6 etapas un total de 124. Entre los abandonos ha habido aspirantes a luchar por el Giro como Majka o Uran - que no han salido en la última etapa - además de otros como Porte, Kittel, Gerrans o Kwiatkowski. El farolillo de esta vuelta ha sido Alex Peters.

Alex Peters tiene 22 años y pertenece al conjunto Sky. El joven corredor inglés empezó su carrera profesional en el equipo Madison Genesis en el año 2013. En 2014 corrió en el SEG Racing y no fue hasta agosto del año pasado cuando se unió al Sky, por lo tanto, 2016 es su primer año completo en el equipo inglés. En 2014 fue el segundo clasificado de la general final del An Post Ras y primer joven. Al año siguiente le ocurrió lo mismo en el Tour de Normandía, segundo en la general y primer joven. Ganó una etapa en el Tour de Bretagne y, poco más tarde, como he dicho, se unió al Sky. Este año no tiene victorias aunque es muy joven aún. ¿Será un talento a futuro de Sky?

jueves, 28 de abril de 2016

Euskadi Basque Country - Murias y el ciclismo vasco


¿Os imagináis a los hermanos Izagirre, Landa, Nieve, Intxausti, Erviti o Castroviejo, todos juntos en un equipo vasco? Antes, cuando aún existía Euskaltel-Euskadi se nos hacía raro ver a ciclistas vascos desperdigados por distintos equipos; ahora, sin embargo, es lo más normal. ¿Qué ha pasado con la desaparición de Euskaltel? ¿Hay remedio para volver a las andadas y tener un equipo nuestro con el que sentirnos identificados?

Atrás quedaron esos días en los que la mayoría de los vascos corrían juntos representando una tierra. Atrás queda ese trabajo para sacar adelante un equipo World Tour y poder brillar en las carreras más importantes. Fue el año 2012 cuando todo se empezó a torcer y se intuía un panorama más oscuro, teniendo que fichar algunos extranjeros para poder mantener la plaza en la categoría World Tour. 2013 fue un año muy difícil al ver que ya no había solución alguna para mantener el equipo. 2014, un año raro, un año - después de muchos - en el que se hacía raro no ver naranja en el pelotón. Todo llegaba a su fin y no había nada para remediarlo.

Euskaltel-Euskadi en el podium como mejor equipo en la Vuelta a España 2014

Con la desaparición de Euskaltel, el baile de vascos en el mercado fue de los más comentado. Algunos como los hermanos Izagirre, Antón, Landa, Nieve o Sicard no tardaron en encontrar un equipo World Tour; otros como Samuel Sanchez, Txurruka o Peio Bilbao tuvieron más difícil encontrar equipo o se unieron a un equipo de menor categoría, el Caja Rural en este caso. 

No tuvieron tanta suerte Astarloza, Egoi Martinez, Azanza o Rubén Perez que no pudieron seguir con su carrera y decidieron retirarse. ¿Qué iba a pasar con el ciclismo vasco? ¿Desaparecer como si no hubiera habido un equipo vasco? 

Jon Odriozola en la presentación del equipo Murias
Esto no podía quedar así y algunos ya se pusieron manos a la obra para sacar un equipo vasco y poder tener un equipo entre los mejores. Eso sí, había que empezar desde abajo y poco a poco. Esto fue posible gracias a Jon Odriozola y a la empresa constructora Murias. Iba a haber equipo en 2015 y eso trajo esa ilusión perdida que necesitaba la afición vasca.


Murias Taldea empezó en la categoría Continental con una plantilla de 12 ciclistas. En su presentación, Jon Odriozola advirtió que el camino no sería nada fácil, pero que el primer paso ya se había dado. Este equipo, perfecto para jóvenes corredores vascos que no tienen oportunidad de dar el salto a profesionales en otros equipos, se iba a centrar en carreras de España, Portugal y Francia sobretodo, lejos de competir en grandes vueltas aún, pero siempre pensando en el Tour de Francia. Cuestión de paciencia.

2016 empieza con otra gran noticia, el patrocinio del gobierno vasco con el que cambia el nombre del equipo a Euskadi Basque Country - Murias Taldea. Este año, el objetivo es seguir siendo combativos y pensar en dar el salto a Continental profesional para el año que viene y poder correr en casa en la vuelta al País Vasco o en la vuelta a España, entre otras carreras.

Imanol Estévez celebrando una etapa en la Vuelta al Alentejo
Sin ir más lejos, Igor Anton dijo a finales del año pasado, que no le hubiese importado correr en el equipo si este hubiera sido Continental profesional. Algo que hace pensar que más ciclistas querrán formar parte de esta nueva familia dando más pasos hacia delante.

Ahora tenemos una ilusión, un sueño, poder ir al Tour de Francia y ver correr a nuestro equipo. Solo es el principio de un sueño, y aunque aún queda mucho por hacer, ya se ha dado el paso más importante. 

miércoles, 27 de abril de 2016

Euskadi Basque Country - Murias Taldea eta euskal txirrindularitza

Imaginatzen duzue Izagirre anaiak, Landa, Nieve, Intxausti, Erviti edo Castroviejo, denak batera Euskal talde batean? Lehen, Euskaltel-Euskadi existitzen zenean oso arraroa egiten zitzaigun Euskal txirrindulariak erabat sakabanatuak ikustea atzerriko taldeetan; orain, ordea, gauza ohikoa da. Zer pasa da Euskaltel-en desagerpenarekin? Badago erremediorik iraganera itzuli eta identifikatuak senti gaitezkeen talde bat edukitzeko?

Atzean geratu ziren euskaldun asko herrialde edo lurralde bat ordezkatzen zuten egun horiek. Atzean geratu da World Tourrean talde euskaldun bat sartzeko lan hori eta lasterketa garrantzitsuenetan gailendu ahal izateko. 2012an dena okertu zen urtea izan zen eta dena beltz susmatzen zen, atzerritarrak fitxatu behar izanarekin World Tour maila ziurtatzeko. 2013a urte oso zaila izan zen inungo konponbiderik ez zegoela ikusita, desagerpenaren urtea izan baitzen. 2014a urte arraroa, urte askoren ondoren ez genuela laranja kolorea ikusten tropelan. Dena bere bukaerara zebilen eta ezin zen gauza handirik egin egoera konpontzeko.

Euskaltel-Euskadi 2014ko Espainiako itzuliko talde onenako podiumean

Euskaltel-en desagerpenarekin, merkatuan euskaldunen mugimenduei buruz asko komentatu egin zen. Batzuek, Izagirre anaiak, Antón, Landa, Nieve edo Sicard esate baterako, ez zuten oso zail izan World Tourreko beste talde bat aurkitzeko; beste batzuk, aldiz, Samuel Sanchez, Txurruka edo Peio Bilbao zailago izan zuten beste talde bat aurkitzea edo maila baxuagoko taldeetan egotea, Caja Rural kasu honetan.

Ez zuten hainbeste zorterik izan Astarloza, Egoi Martinez, Azanza edo Rubén Perez eta ezin izan zuten beren karrerekin segitu eta agur esan behar izan zuten txirrindularia izateari. Orduan, Zer gertatuko zen Euskal txirrindularitzari? Desagertu lehen euskal talderik egongo ez balitz?

Jon Odriozola Murias taldearen aurkezpenean
Hau ezin zen horrela geratu eta batzuk lanean jarri ziren euskal talde bat aurrera ateratzeko onenen artean aritu dezan. Hori bai, ateratako taldea behe-behetik hasi behar zen, gutxinaka igoz. Hau guztia posible izan zen Jon Odriozola eta murias eraikin empresari esker. 2015ean talde euskalduna egongo zen eta hori euskaldun zaleen arteko galdutako ilusioa berpiztu zuen.

Murias taldea 12 txirrindularik osatzen zuten eta Kontinental mailan hasi zen lehiatzen. Taldeko aurkezpenean Jon Odriozolak aipatu zuen eman beharko bidea ez zela erraza izango baina lehenengo pausua emanda zegoela jada. Talde hau, egokia beste talde baten ibiltzeko aukerak ez dauzkaten euskal txirrindulari gazteentzat, Portugal, Espainia eta Frantziako errepideetan korrituko zuen bereziki. Oraindik itzuli handietan parte hartu ezin gabe baino, aldi berean,  Frantziako Tourrari begira etorkizunerako. Pazientzia kontua.

Halaber, 2016ari batera beste berri onak zetozen, euskal gobernua taldearen babesle bihurtu eta honekin, taldearen izena aldatu ere egin zen. Murias taldea izatetik Euskadi Basque Country - Murias Taldea izatera pasatu zen. Beste pausu txiki bat herrialde bat ordezkatzeko helburuarekin. Aurten, taldearen helburua, oldarkorrak izaten segitzeaz gain, datorren urterako  kontinental profesional mailara salto egitea da ere, etxean, Euskal Herriko Itzulian edo Espainako Itzulian, korritu ahal izateko beste lasterketen artean.

Imanol Estévez Volta Alentejo-ko etapako garaipena ospatzen

Urrutira joan gabe, Igor Antonek pasaden urteko bukaeran Murias taldera iristeko aukera onartuko zuela taldea Kontinental profesionala izango balitz. Pentsarazi dezakegu, pausu gehiago emanda txirrindulari gehiagok bat egingo dutela taldearen proiektuarekin.

Orain badugu ilusio bat, amets bat, Frantziako Tourrera joan eta gure taldea korritzen ikusteko aukera. Hau hasiera besterik ez da baino, oraindik asko egiteko geratzen den arren, pausu garrantzitsuena emanda dago.

domingo, 24 de abril de 2016

El farolillo más duro


Hoy ha sido una Lieja-Bastogne-Lieja épica con frío, lluvia, nieve... una carrera que recordaba a la Lieja de 1980 en la que solo acabaron 21 ciclistas. 

Nada más y nada menos que 248 km han tenido que recorrer los ciclistas en casi 6 horas y media y con un tiempo tan malo. Wouter Poels ha dado la sorpresa y ha sido el vencedor de esta carrera. No obstante, todos los que han acabado hoy son vencedores - desde el primero al último - ante el mayor rival, el tiempo. Especial mención se merecen los 8 escapados, que han tenido más merito si cabe, aguantando la lluvia y nieve sin poder resguardarse en el pelotón. Los 8 valientes han sido Pavel Brutt, Paolo Tiralongo, Nicolas Edet, Cesare Benedetti, Thomas De Gendt, Alessandro De Marchi, Jeremy Roy y Vegard Stake Laengen. 

Hoy 200 ciclistas han tomado parte en Lieja y han terminado 154. A pesar de que se pensaba que podían acabar muchos menos por la dureza, no han sido tantos los abandonos que ha sufrido esta carrera. Entre los 46 abandonos están Tony Gallopin, Daryl Impey, Imanol Erviti, Peter Vakoc o Tom-Jelte Slagter. Jeremy Roy ha sido el farolillo de hoy, de los farolillos con más mérito. 

El veterano ciclista francés ha terminado último hoy después de aguantar todas las tempestades sin tener gran cosa en juego. Jeremy Roy tiene 32 años y ha pertenecido toda su carrera al equipo FDJ. Su larga carrera la empezó en 2003 con tan solo 19 años. Uno de los veteranos del pelotón, también es de los gregarios más conocidos y debido a ello, no destaca especialmente en cuanto a victorias personales. Sin embargo, sí posee victorias como profesional, un total de 4 destacando una etapa en la Paris Niza del año 2009. También tiene una etapa del Tour de Limousin 2011 con un segundo puesto en la general final y un segundo puesto en una etapa del Tour de Francia. Ha sido un fijo en el Tour de Francia con las últimas 8 participaciones. 

miércoles, 20 de abril de 2016

La última Flecha

Hoy se ha celebrado la segunda de las clásicas de las Ardenas, la Flecha Valona, con triunfo de Alejandro Valverde. Es el único corredor con 4 victorias en la carrera superando a Merckx, Rebellin, Kint y Argentin. 

La primera noticia de la carrera, antes de que esta empezara, ha sido la no salida de Sergio Luis Henao por alteraciones en su pasaporte biológico. Una vez empezada, la carrera ha ido muy rápida y ha costado mucho hacer la fuga del día, formada por 10 corredores. Con la ausencia de Henao han sido 199 ciclistas los que han salido a la carretera. A pesar de la velocidad del principio de carrera no ha habido mucha selección en el pelotón y han podido terminar 162 corredores. 

Los otros 37 han tenido que abandonar por diversas razones; Haimar Zubeldia y Frank Schleck han sufrido una caída (este último con la clavícula rota); Adam Yates, Gerard Ciolek o Thomas De Gent tampoco han podido terminar. Entre los abandonos nos encontramos a Caleb Fairly y Otto Vergaerde, farolillos de la Itzulia y de la Amstel Gold Race respectivamente.


Christian Mager ha sido el 162º en llegar a la línea de meta (a 11:47 del ganador) por lo que le convierte en nuestro farolillo rojo. El ciclista alemán pertenece al equipo Stölting Service Group (Continental profesional). Christian tiene 24 años recién cumplidos y empezó a competir en profesionales con tan solo 19 en 2011. Aún no tiene victorias como profesional aunque consiguió un cuarto puesto en la general del Tour de Berlín en 2014. El equipo tiene como ciclistas más conocidos a Linnus Gerdemann, Gerard Ciolek. 


domingo, 17 de abril de 2016

El farolillo de la Amstel

La jornada ha empezado con abandonos de Felline (posible sorpresa) y Benoot (joven, capaz de todo) durante la neutralizada. La carrera ha comenzado con buen tiempo aunque frío pero a medida que avanzaba los ciclistas no han podido evitar mojarse. Gasparotto ha dado la sorpresa imponiéndose en el Caubergaunque vamos a observar lo que no se ha visto tras las cámaras.

Aparte de los abandonos por caída de Felline y Benoot, han sido muchos los abandonos que ha dejado la Amstel Gold Race. Muchos ciclistas top han sido, o bien absorbidos por el coche escoba, o bien impedidos para seguir compitiendo por mayores desgracias. Kwiatkowski no ha encontrado su día y no ha podido aguantar al pelotón. Nombres como Ben Swift, Tony Martin, Adam Yates, Fabio Aru o Vuillermoz han sido unos pocos de todos los que no han podido terminar la carrera. Un total de 80 ciclistas han abandonado sobre un pelotón de 200.

Entre los que ha terminado está nuestro farolillo rojo, Otto Vergaerde. El joven ciclista belga de tan solo 21 años milita en el equipo Topsport Vlaanderen-Baloise, equipo continental profesional. Otto viene de la pista y entre sus logros tiene un oro y una plata en los campeonatos de Europa de 2014 en Scratch y Madison respectivamente. El año pasado logró un bronce en el Madison durante los campeonatos del mundo. En carretera, este año no tiene victorias, aunque fue 5° en la clasificación de los jóvenes en La Sarthe.

El corredor belga todavía es joven y puede darnos sorpresas y buenos momentos en el ciclismo. Estaremos atentos.